De la Biblioteca y otras miserias

Estos días nos encontramos con una nueva interrupción del servicio que presta la Biblioteca Pública de Burgos, antes del Estado y ahora gestionada por la Junta de Castilla y León. El cierre de las instalaciones se puede prolongar durante varias semanas y se debe a la aparición de unas grietas en el edificio de la Calle Valladolid. Supone el último capítulo de un culebrón que se prolonga desde hace muchos años: cierre del edificio de la Plaza de San Juan, traslado a un edificio alquilado en la Calle Guardia Civil, posterior traslado a la Calle Valladolid y ahora de nuevo la Biblioteca se encuentra desahuciada y no puede prestar su servicio a los burgaleses. Entretanto, muchos de los fondos bibliográficos no se han podido utilizar por falta de espacio en las sucesivas sedes y, al menos los más valiosos, han sido depositados en Valladolid (situación que se prolonga desde hace casi tres años). Por supuesto, en la ciudad del Pisuerga no tienen problemas de espacio, pueden acoger los fondos propios y los de Burgos. En resumen, despilfarro de centenares de miles de euros combinado con insatisfacción (mejor dicho cabreo) de la ciudadanía. Otra prueba más de la torpeza de una clase política regional que deberíamos repudiar. El que una ciudad de casi 180.000 habitantes carezca durante más de diez años de una Biblioteca Pública digna y con espacio suficiente, con unos servicios en precario y a veces inexistentes, es una vergüenza que debería hacer reflexionar a los burgaleses de la necesidad que tenemos de una clase política más cercana y sensible a las necesidades y los problemas. Si a esto se une la noticia publicada el día 17 de junio sobre el Plan Regional de Carreteras para el periodo 2008-2020, aprobado por la Junta de Castilla y León, en el cual, con unas carencias alarmantes en este tipo de infraestructuras que nos hace estar a la cola de España, se aprueba la construcción únicamente de 7,7 km. de autovía en la provincia de Burgos, pues peor no podemos estar. ¿Se justifica, de alguna forma, el dinero que nos cuesta la casta de politicastros con sede en Pucela y la administración autonómica?. ¿Alguien puede argumentar la conveniencia o necesidad de estar gobernados desde Valladolid?. ¿No sería el momento de apostar por alternativas realmente novedosas?

José A. Amo