domingo, 25 de mayo de 2008

Entre el Arno y el Arlanzón


En la bota más famosa del Mare Nostrum, a medio camino entre Roma y Milán, centro de un congreso de colinas infestadas de oníricas villas toscanas, encontramos la ciudad de Florencia. Ajena al paso del tiempo, la romana Florentia, es hoy un museo al aire libre en la que doblar una esquina supone descubrir una obra maestra de Brunelleschi, la culminación de un sueño de Vasari o un proyecto finalizado de Ghiberti.
Pese a lo que pudiera parecer a primera vista, a un burgalés a punto de sucumbir preso del síndrome de Stendhal, Florencia le evoca por momentos su tierra burgalesa. Dos históricas ciudades, cabezas de potentes reinos con pasados ligados a la lana; uno dirigido desde el Consulado del Mar, otro desde el palazzo dell´Arte della Lana. Orgullo patrio son el duomo y la catedral de Santa María, hitos centrípetos desde los cuales oteamos el cinturón vegetal que nos rodea, sin riesgo a confundirlo con el verde artificial del Artemio Franchi y El Plantío, donde los parroquianos saben de desapariciones y refundaciones. Y desde el piazzale Michelangello, lo mismo que podríamos hacer desde el Mirador del Castillo, contemplamos el Arno y el Arlanzón, espinas dorsales y fronteras naturales entre el centro y los arrabales medievales.
Paralelismos existen también allende las murallas urbanas. Castilla y Toscana son cunas de idiomas nacionales, como lo son de Chianti, Riojas y Riberas, de gente emprendedora, introvertida y noble, sufridora de climas extremos y de mosquitos chupa sangre, nacidos los unos a la vera del Arno, originarios de un río llamado Pisuerga los otros.
Pero sin embargo, pese a las semejanzas, hay un elemento que resulta fundamental y diferenciador. Y es que a pesar de la tradición gastronómica italiana y de su gusto por la buena comida, los gnocchis, spaghettis y raviolis siguen arrodillándose en mi paladar ante las insuperables y añoradas ollas poderidas de mi abuela.

viernes, 23 de mayo de 2008

Al Señor Marcos

Un lector nos remite este escrito en respuesta al artículo de Luis Marcos El papel de Castilla y León en la financiación autonómica.

Coincido plenamente con el artículo del Sr. Marcos, secretario de organización de Tierra Comunera, sobre la financiación autonómica. Es más, creo que tiene mucha importancia su toque de atención sobre los graves desafíos que tiene planteados nuestra tierra en un futuro próximo. También comparto su conclusión de un partido castellanista fuerte, que esté libre de las ataduras de los partidos estatales y que responda, de forma exclusiva, ante los ciudadanos de nuestra región. No obstante, el meollo de la cuestión es el concepto de Castilla que maneja el Sr. Marcos y su partido: un territorio inmenso que incluye desde el Valle de Mena hasta los confines de la región murciana, incluyendo la mayor parte de los territorios que, hasta hace tres siglos, conformaban la llamada Corona de Castilla; la cual, por otra parte, tanto desde el punto de vista jurídico como fáctico, lo mismo podría haberse denominado Corona de León o Corona de Galicia; esa Castilla de Tierra Comunera está formada por diecisiete provincias, más de la tercera parte del total de las españolas. Un partido que apuesta por ese ámbito territorial es casi un partido estatal, para este viaje no hacían falta alforjas. ¿Cree el Sr. Marcos, que una región castellana, como la que propone Tierra Comunera, tiene cabida por su funcionalidad y contenido simbólico en la España de las Autonomías o en la Europa de las Regiones?; creo que no. ¿Cuál es la finalidad de los procesos de regionalización en los que están inmersos la mayoría de los países europeos?: la creación de ámbitos de decisión más reducidos que el estado-nación actual, con una cercanía, no sólo física sino también emocional, a la ciudadanía; con capacidad para dar una respuesta rápida a los problemas y con las cuales el pueblo se sienta identificado. Creo que esa Castilla no cumple estos requisitos, ni tampoco los cumple ese engendro, en el que estamos integrados los burgaleses, que se llama Castilla y León. Llevamos veinticinco años de autonomía y no se ha avanzado nada; a los habitantes de las nueve provincias, la administración autonómica les resulta tan ajena como la estatal. Tal vez estemos aún a tiempo de corregir tamaño despropósito, de reconstruir una región a la medida de los habitantes de Burgos y otras provincias vecinas, de recrear la hoy desaparecida región histórica de Castilla, también llamada durante siglos Castilla La Vieja para diferenciarla de otros territorios que, por razones políticas o de prestigio, adoptaron el término, caso de Toledo-La Mancha (Castilla La Nueva) o Andalucía (Castilla Novísima). Cuando Tierra Comunera se convierta en un auténtico partido castellanista, habrá dado un paso de gigante para convertirse en ese partido regionalista fuerte que el Sr. Marcos demanda.

José A. Amo
Ciudadanos de Burgos

jueves, 22 de mayo de 2008

Moción de censura

Un grupo de socios del Burgos CF se han puesto manos a la obra para conseguir un número suficiente de firmas con el fin de realizar una moción de censura al presidente Domingo Novoa Rey. En los exteriores de las oficinas del Club, sitas en El Plantío, se recogerán las mencionadas firmas mañana viernes entre las 18 y 21 horas, así como el sábado de 11 a 14 horas.
Se ruega llevar fotocopia del DNI y del carnet de socio.
Suerte
Lea las razones de esta recogida aquí

A la caza del inmigrante

La sensación de que Europa comienza a ser una fortaleza con su mediterráneo foso protector alrededor, es lo que a uno le viene a la cabeza observando estos días la realidad italiana. Una editorial del International Herald Tibune hace algunas fechas decía: "Si no hubiera atacado a los inmigrantes, Sarkozy tal vez no sería presidente de Francia", sentencia extrapolable a Italia. La tantas veces usada asociación de ideas inmigración-delincuencia llevó a la coalición de derechas al poder de un país que parece haber olvidado su histórica relación con la emigración. El paquete de medidas Maroni que pretende llevar a la cárcel a los “sin papeles” – segundo intento de aprobar una ley declarada inconstitucional en 2004 - ; las redadas contra “ilegales” en el centro de ciudades como Florencia y los ataques xenófobos por parte de seguidores del nuevo gobierno en los suburbios de Nápoles –aún sin condenar desde la coalición gobernante – justifican, cuanto menos, esa imagen medieval que proyecta estos días el país transalpino.

Burgos según Esquivias

"A veces sentimos que Burgos nos contradice y conspira contra nosotros; otras, nos ayuda y pone en nuestro camino a la persona que queremos encontrar, nos regala las luces de un atardecer o la soledad de un banco bajo la sombra de un castaño. Según su humor, Burgos nos protege y cobija o nos empuja y nos saca a patadas a la calle. Quizá debamos reconocer entonces que no somos los hombres los que moldeamos las ciudades, sino que sucede justo lo contrario. Rodenbach, refiriéndose a Brujas, lo expresó así: Toda ciudad es un estado del alma, y cuando se vive cierto tiempo en ella, este estado espiritual se contagia, se propaga en nosotros a través de un fluido que se inocula y se incorpora con la tonalidad del aire.
¿Cuál es el alma de Burgos? Para responder a esta pregunta hay que acercarse a la ciudad, vivir en ella, sentir cómo -en el momento más inesperado- nos asalta, nos ilumina, nos atrapa."

Fragmento de La ciudad de Plata de Óscar Esquivias

martes, 20 de mayo de 2008

Respuesta a Laborda

En relación con el artículo del Sr. Laborda, publicado el día 18 de mayo, sobre los inicios de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, me permito hacer las siguientes observaciones. En primer lugar, descalifica reiteradamente las posiciones alternativas a la actual configuración territorial de la Autonomía como propias de una derecha rancia y cavernícola; y esto no es así, le recuerdo que las posiciones de Segovia y León, en cuanto a su exclusión de la futura Comunidad Autónoma, eran compartidas por personas de variada adscripción ideológica, que coincidían en defender la constitución de dos comunidades autónomas (León y Castilla La Vieja) ante la doble identidad histórica, que era lo previsto en la Constitución; la singularidad de Segovia se inspiraba directamente en el pensamiento castellanista de Anselmo Carretero Jiménez, militante del PSOE y exiliado en Méjico tras la Guerra Civil, del que recientemente se ha afirmado que inspira la práctica de destacados compañeros de partido del Sr. Laborda (entre ellos el Sr. Rodríguez Zapatero), en cuestiones relativas a la organización territorial de España. En segundo lugar, las pretensiones de Segovia tenían la misma y endeble legitimidad democrática que las del resto de las provincias que sí decidieron su integración en Castilla y León. Se llegó al bochornoso e inédito espectáculo de que, en contra del espíritu constitucional que configuraba el derecho a la autonomía como facultativo, se forzara por medio de una Ley Orgánica la incorporación de Segovia a la Comunidad Autónoma de Castilla y León por razones de interés nacional. El Sr. Laborda reconoce en su artículo que la opinión pública no era precisamente favorable a la construcción de este Ente autonómico y tiene razón; las decisiones se tomaron a espaldas de unos ciudadanos que desde la escuela habían aprendido que una región histórica era Castilla La Vieja, formada por Santander, Burgos, Logroño, Soria, Segovia y Ávila y otra región histórica era León, formada por León, Zamora, Salamanca, Valladolid y Palencia. Finalmente se constituye una macrorregión artificial, basada en la Cuenca del Duero, con centro geográfico en Valladolid; en este invento político, Burgos, cuna de Castilla y del idioma castellano, se convierte en una provincia marginal y sus pretensiones capitalinas y de progreso van a quedar muy pronto frustradas, como no podía ser menos. Las consecuencias están ahí, la identificación primaria de los habitantes de las nueve provincias con su Comunidad está en porcentajes de risa y esto no se remedia por muchos villalares que se organicen.

José A. Amo

lunes, 19 de mayo de 2008

Poco más que decir


"SUICIDIO COLECTIVO"

"Hermanos hasta la muerte, primos en vida. Palencia y Burgos protagonizaron un suicidio colectivo que les conduce a ambos a la Tercera División... La imagen final tardará en borrarse en la memoria y entrará ya en la historia negra del club morado: los veintidós jugadores tumbados en el campo, con lágrimas en los ojos, las mismas que brotaban en los rostros de las dos aficiones, que se consolaban mutuamente...Lágrimas, sollozos, desesperación, incredulidad. Los dos equipos hermanos se van de la mano a Tercera. EnNavarra se estarán frotando las manos. Más que hermanos, nos llamarán primos."

Diario Palentino

miércoles, 14 de mayo de 2008

Argumentos para el optimismo


La derrota frente al colista y los incidentes posteriores han dejado en los aficionados al Burgos CF un hondo sentimiento pesimista. Los foros, blogs y páginas del equipo albinegro expresan la preocupación ante un, al parecer, inevitable descenso. Sin embargo, hay datos para ser optimistas. El último partido disputado lejos del El Plantío supuso una victoria ante uno de los primeros clasificados y en un momento muy delicado. El Palencia es el quinto peor equipo en casa, al que sólo le vale ganar, por lo que deberá arriesgar y ahí puede estar la victoria. Podemos pensar, además, que los cientos de aficionados que seguro se desplazarán hasta tierras palentinas, darán aliento a los jugadores; el equipo no estará solo y, tras los incidentes dominicales, seguro que pasivos no van a estar. Y por último, si nos remontamos tres años atrás, recordaremos esa tarde veraniega en la que el Burgos de los Goiria, Nacho Garro y Pacheta venció 0-2 en la vieja Balastera alcanzando así el objetivo de los playoff.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Mi equipo no juega la "Champions"


Leo desde Florencia la victoria del Madrid en la Liga y el seis a cero que le endosó el FC Barcelona al Valencia y les aseguro que nada me puede resultar más ajeno. El pasado domingo los nervios y la desesperación que un servidor padecía no provenían del Reyno de Navarra, ni de Barcelona, sino de Cuenca. El Burgos CF que sigo desde que mi madre me parió hace 23 años, mi Burgos CF, agonizaba pasadas las siete de la tarde y por unos minutos éramos carne de Tercera o, lo que es peor, un histórico al borde de una nueva desaparición. Por fortuna mi Burgos remontó, se reencontró con la victoria y ahora depende de sí mismo para salvarse. No somos millones, no salimos en la portada de “Marcas” ni abrimos “Largueros”, pero no sentimos diferente. Los burgalesistas queremos seguir teniendo derecho a disfrutar con goles épicos de futuros “Pendines” o “Jurics”; queremos seguir teniendo la posibilidad de gozar algún día con victorias antológicas como aquélla en la que Edu batió a Buyo en el Bernabéu; y sobre todo queremos seguir teniendo el derecho a soñar con futuros éxitos que vuelvan a llenar las ahora frías gradas de El Plantío. Por esto, por nuestros más de ochenta años de historia y porque tenemos que demostrar que no sólo somos una de las hinchadas más sufridoras, sino una de las aficiones más fieles de España, el domingo hay que llenar El Plantío y marcar con la garganta el primer gol al Peña Sport.

¡AUPA EL BURGOS CF!